Soltando el Deseo





Una noche, unos tequilas y una fantasía que atravesaba mis pensamientos floreciendo.
20:32 PM. La noche apenas comenzaba y yo no sabia lo que se avecinaba.
Le escribí a ese hombre que volvería a ver quizá por ultima vez que había llegado al lugar en donde nos habíamos citado, lo vi y una gota de agua cayo muy lento empezando desde mi nuca hasta un poco abajo de mi cuello, pues estaba comenzaba a chispear. En el momento que lo salude, su mejilla estaba hirviendo como si por un momento en la noche estuviera el sol presente en ese lugar que nos citamos, había movimiento, hombres embriagandose, mujeres bailando, uno que otro conocido, pero nada mas.
Me senté junto a él y me invito algo de tomar...yo solo quería escucharlo hablar, mientras el violento viento me pegaba en mi pecho. Empezamos la charla y mis ojos comenzaron a sonreír por aquel encuentro, mis oídos llenos de placer al esuchar su calida voz con la cual contagiaba una que otra risa en mi rostro.
Empece a sentirme viva a recordar esa adrenalina que mis amantes en un pasado me recordaban antes de llegar al climax.  
Sabia que estaba muy presente y mi cuerpo expresaba todo el deseo que sentía por abrazar aquella noche por la eternidad de un bello final. Comenzamos a beber, uno, dos, tres, cuatro tragos hasta que perdimos la cuenta, pero nuestros palabras parecía que no se acababan. Decidimos ir a un lugar mas privado, subimos la torre hasta lo mas alto, en ese momento pensé el no sabe lo que me esta provocando, pero que divertido es volver a explorar estos deseos internos que aveces se quedan guardados en un rincón oscuro sin salir a la luz. Comencé a bailar como de costumbre lo hacia cada que mi cuerpo desprendía endorfinas y efervescencia, los latidos de mi corazón empezaron a aumentar, mi piel a sudar, mi aroma a provocar pasión en ese momento difícil de controlar, mis brazos se juntaban lentamente juntándose para tocarme desde mi nuca hasta mi pelvis, enamorándome de ese momento que no quería que acabara, sentía su mirada y como me penetraba, me movía como si fuera una serpiente, como si la s estuviera presente en mi danzar, las luces de la ciudad estaban como reflectores ante nosotros y las estrellas de nuestro lado para hacer una noche mágica que se quedara como memoria fotográfica. 
Mire el reloj sabia que tenia que irme, por que si me quedaba un segundo mas a su lado eso acabaría en un abrir y cerrar de ojos por la mañana, así que solté el momento y a el, pero sentí como sus llamas de los dedos tocaban mi cuerpo y se aferraban a un instante mas sin querer escapar, como su respiración estaba incontrolable y su ritmo cardiaco parecía estar exaltado, me beso con la mirada, su cara se acercaba y sus pestañas me rosaban casi el alma, sentía su adrenalina subiendo de sus piernas hasta su cabeza y mi energía chocando con la suya, despidiéndonos de ese instante en el cual estábamos provocados a tener que dejarlo. Pero muy dentro de mi sabia que esa noche se había transformado en la eternidad donde no existe ni el tiempo ni espacio, abrace mi cuerpo junto al suyo y me desprendí de ese elixir glorioso que esa noche me había provocado.


 

Comentarios

Entradas populares