FLORECER EN INVIERNO.

2025

Comenzó con un arrullo para mi alma, entre largos fríos de invierno pero eternas primaveras en el corazón de aquel amor que me tenia en la orilla del rio esperando a que el regazo del viento pegara en mi espalda. Noches hermosas en donde las estrellas estaban ahí, observándome, mirando cada acción que hacia y cada baile que detonaban mis suspiros por aquel amor que silencioso se acercaba. No tengas miedo, escuche en mi corazón...pronto estará a tu lado, no te desesperes que te esta buscando, que entre miles de caras y cuerpos lograra diferenciar el amor que siente por ti. El caudal de las manecillas del reloj penetraba cada espacio inspirado en atardeceres mágicos, entre risas de extraños, entre besos y abrazos por las mañanas. Ahora sabia que no estaba sola, pues el me acompañaba, era la presencia mas hermosa que jamas había sentido en toda mi vida, no lo podía ver, ni tocar, pero tocaba cada parte de mi alma, me conocía tan bien que sabia cuando estaba de malas, sabia mis caprichos y mis berrinches que me agitaban de sobremanera al amanecer en días de luna llena. Podía sentir su dulce  y cariñosa melodía pasar por mis pensamientos y cada que había tormenta el espíritu me hacia sentir en calma, era tan bello que me decía por momentos; disfrutemos esto por que cuando llegue ese hombre esto será diferente pues tus mañanas ya no serán solo a mi lado ahora las compartirás con aquel amado. 

Decidí regalarle mis días, mis noches, mis horas y mis segundos a aquel espíritu que Dios me había mandado, tanta santidad en presencia de algo invisible era tan extrañamente incomprensible pero hermosamente deslumbrante ante mi corazón que palpitaba cada momento que yo lo invocaba. 

No se que me espera aun, pero algo que estoy segura es que Dios tiene algo grande para los que aun no vemos pero creemos con el corazón sus buenos planes... y entonces así iba comenzando el nuevo capitulo de mi año.